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martes, mayo 16, 2017

Revocatoria de Peñalosa

No estoy de acuerdo con la revocatoria de Enrique Peñalosa. En esencia, por la misma razón por la que no estuve de acuerdo con la revocatoria de Gustavo Petro.

Las dos elecciones comparten una característica similar, los mandatarios Petro y Peñalosa, fueron elegidos con una votación minoritaria, 32.22% y 33.10% respectivamente. Es decir, la mayoría de los votantes no quiso que ellos fueran elegidos como alcaldes de Bogotá; las mayorías votaron por candidatos diferentes al ganador (con votación minoritaria), estos resultaron elegidos porque el voto mayoritario se dividió entre diferentes candidatos.

Cualquier proceso de revocatoria del mandato en estas condiciones, increíble pero cierto, resulta en tremendo atropello contra una minoría, la minoría que resultó elegida para gobernar los destinos de la ciudad. No estoy diciendo que estoy en contra de la revocatoria como figura de control y participación ciudadana, ojalá que haya muchas revocatorias, pero en este caso especial, la revocatoria de Peñalosa, resulta tan anti democrática como la de Petro.

Desde luego que siempre tendrá todas las posibilidades de éxito una revocatoria promovida por una mayoría derrotada y enardecida contra una minoría triunfante. Los gobiernos de Petro y de Peñalosa representan a minorías; en un Estado Social de Derecho revocar a un gobierno minoritario no debería ocurrir. Por esta razón fundamental me opuse a la revocatoria de Petro y hoy me opongo a la revocatoria de Peñalosa.

Para que sea democrática, al menos desde mi humilde perspectiva, son quienes votaron por Peñalosa los llamados a revocarlo. Son los que le dieron el sí a su programa de gobierno los que podrían sentirse decepcionados y altamente insatisfechos. Los que podrían exigir el cumplimiento estricto del programa de gobierno; quienes no votaron por Peñalosa no deberían exigirle que cumpla su programa, pues nunca estuvieron de acuerdo con él, tanto así que votaron por un programa diferente.Tiene esto de largo como de ancho, porque el alcalde es alcalde de todos los ciudadanos y no solo de quienes lo eligieron. ¿Solo quienes lo eligieron deberían revocarlo?; sería lo justo.

Pero nos encontramos con un problema práctico ¿cómo saber quienes son los ciudadanos que hacen parte de ese  33.10% que lo eligió?, además, resulta también anti democrático privar, a los que no hacen parte de ese porcentaje, su derecho a la participación y al uso de la figura constitucional de la revocatoria.

Para evitarnos esta discusión, los alcaldes y gobernadores en Colombia deberían elegirse como el Presidente, en doble vuelta, para que el elegido, lo sea con al menos la mitad mas uno de todos los votos y así garantizar una elección mayoritaria.

De otro lado, El ejercicio de revocatoria en Bogotá fue muy interesante hasta que fue tomado por Petro y sus seguidores. Politizó un sentimiento ciudadano, lo convirtió en caballo de batalla de su candidatura presidencial. Su ambición política personal se tiró el esfuerzo de los ciudadanos. No tienen los bogotanos por qué pagar su incapacidad de construir proyecto político colectivo y su error gigante de no garantizar un sucesor/a de su corriente.

Permitamos que Peñalosa termine su gobierno y que realice su programa. Ganó en franca lid y respetando las reglas de juego. Lo mismo pedí para Petro.

Néstor Daniel García Colorado

Carta a Claudia López



Respetada Claudia, 

Le escribo esta carta corta porque necesito dar un paso adelante, no quiero seguir estancado en la campaña de 2015 ni por sus declaraciones en mi contra, durante estos dos años esas pocas palabras me han determinado; las sigo considerando injustas y desproporcionadas, pero es para mí el momento de sanar y continuar.
Es evidente para todos los colombianos que usted es una mujer inteligente, valiente y guerrera, para mí también lo es. Lo que usted dijo sobre mí, no salió de la nada, no fue un acto de irracionalidad, existían elementos objetivos que analizándolos parcializadamente daban para concluir lo que usted concluyó; pero no, bajo ninguna circunstancia, para decir en medios de comunicación nacionales que yo “soy un delincuente”, tal como usted lo hizo. Creo que todo se hubiera aclarado con un diálogo entre nosotros para exponerle mi punto de vista, (escuchar a la otra parte) oportunidad que nunca me dio previo a sus declaraciones, la oportunidad que sí tuve (vía email) para explicarle cada una de las condiciones políticas y humanas de los integrantes de las listas para el concejo en los diferentes municipios del Quindío.

El aval discutido lo firmé luego de un diálogo con Navarro Wolff quien entre otras cosas me manifestó “Estoy con Claudia y ella dice que respalda lo que tú decidas”. Fue un error, mi error como muchos de los que se cometen en las diferentes actividades políticas, académicas y en la vida misma. Error que de todo lo malo, tuvo consecuencias positivas, como permitir que la lista al concejo de Armenia mantuviera todos los candidatos y que se pudiera elegir una concejala de la cual me siento muy orgulloso.
He tenido rabia en mi corazón, me sigue doliendo. Pero es el momento de sanar. Nada de lo ocurrido me pondrá del lado de quienes la atacan, no quiero, por esa rabia, coincidir con quienes ven en usted un peligro, me niego a quedar de parte de todos los que se burlan de usted y la critican injustificadamente por su estilo o condición; no me iré para el otro lado. Para mí esto termina aquí, tal vez esperando alguna rectificación, lo apreciaríamos mucho mi hija y yo. Decidí no judicializar esta situación porque no haré parte de quienes quieren “joderle la vida”. Me alegraría mucho que triunfe (más) y  me alegraría más verla como presidenta de Colombia. Yo seguiré haciendo política independiente en el Quindío, consciente de que usted representa mucho de lo que yo he querido hacer en la política, usted lidera la agenda correcta.

En mi corazón esto ha quedado superado y seguiré adelante soñando y trabajando para tener un mejor país.
Un abrazo y adelante siempre


NESTOR DANIEL GARCIA